Las Legislaturas entrantes y salientes, juegan siempre los mismos roles, la protección de la anterior por la nueva. Así sin más. La famosa “peor legislatura”, la anterior a esta, tuvo entre sus miembros quienes a la fecha siguen estando en el tintero de carpetas en la Fiscalía General de Justicia, atiborradas de señalamientos y pruebas, pero ningún ultimo oficio donde se le dé el trámite siguiente, las penalizaciones, responsabilidades y castigos. Uso de empresas fantasmas, resurrección de difuntos que cobran apoyos, abuso del uso de facturas apócrifas, desvíos de recursos públicos, claro, ni pensar en que sean propios, entre otras actividades que eran parte del cínico ciclo y mano entre diputados de diferentes colores, desde inicios de 2019 son asuntos del conocimiento de las autoridades y a la fecha no ha pasado nada. Las y los exdiputados, Mariano Niño, Héctor Mendizábal, Dulcelina Sánchez, Sergio Desfassiux, José Luis Romero y Esther Angélica Martínez Cárdenas.  Además, Enrique Flores, Josefina Salazar, Jorge Díaz Salinas, Mariano Niño, Xitlálic Sánchez y Héctor Mendizábal; las denuncias fueron presentadas por robo de identidad, falsificación, asociación delictuosa y peculado.  Eran miembros de la LXI. Paso la actual ¿y ahora?. En lo que resuelven sus impugnaciones, tendrán también en sus pendientes la exigencia a la autoridad de que se revisen a detalle dichos expedientes. Si es que quieren rescatar el nombre del Congreso, de lo contrario, recogerán la poca dignidad que le queda al membrete y de ahí no pasarán, de ser un membrete. Hasta mañana…