Hasta el cansancio fue uno de los reclamos que la iniciativa privada, enfocada en el ramo turístico, restaurantero de la mano, prestadores de servicios, hoteleros, etc., a gritos y llantos, tanto la transparencia, como su destino y uso: el FIDETUR. Durante los seis años la gestión grisácea de la SECTUR fue tema de discusión y cuestionamientos. Mientras que la respuesta fue, indirectamente colgarse de las derramas federales en los tres primeros años de la gestión “carrerista”, todavía del federal de Peña, y aguantar la crisis de la pandemia a partir de 2020. Nada más. La promesa de Juan Manuel Carreras de transparentar el destino del porcentaje del Impuesto sobre Servicios de Hospedaje, nunca sucedió y ahora la nueva administración y la nombrada como secretaria de Turismo, Paty Veliz, sin duda, lo harán. La promoción turística de San Luis era su fin y destino y nada. “Para nóminas o básicamente para gasto corriente”, afirmó Veliz. “A los empresarios del sector nos integraría al comité y tampoco”. Y se confirma, mientras hoteles o restaurantes tuvieron que cerrar en la pandemia, no han sido reabiertos y la preocupación de las autoridades tampoco se recibió y menos se vio. Al Fideicomiso nunca se le dio vida y menos se le vio claridad.

Lo peor es que durante las reuniones de entrega-recepción lo que recibirá Veliz será 0 pesos, 0 centavos en la caja del FIDETUR, porque de ello –le dijeron- todo se gastó. ¿En qué? Quien sabe… Hasta el lunes…