Entre las medidas que se toman para su curación están los injertos de piel y cubiertas cutáneas hechas de polímeros. Lo anterior se utiliza para quemaduras por agua hirviendo, electrocución en centros laborales y fricciones. Sin embargo, Gerardo Leyva Gómez de la Facultad de Química de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) desarrolló una cubierta similar a la que ya se usa pero en forma de gel con un costo mucho más bajo, según un comunicado de la institución.

¿Qué materiales se utilizarán en este método de curación? Serán a partir de polímeros naturales y sintéticos. No portarán fármacos, serán biodegradables y biocompatibles. Como ya se mencionó, serán económicos: ideales para zonas como Guerrero, Oaxaca y Chiapas, que son de bajos recursos y de mayo incidencia en quemaduras. ¿Cómo se creó la nueva cubierta? El investigador de la UNAM la desarrolló a través de irradiación gamma por cobalto 60, generando así entrecruzamientos de quitasol y poloxamero 407 para obtener el nuevo material de cicatrización. Este material, que ya se utiliza en otras formas farmacéuticas para elaborar medicamentos, se ha aplicado experimentalmente en heridas de animales con buenos resultados. Con el quitosano y el poloxamero 407 se ha logrado una cicatrización de calidad. También han funcionado contra bacterias que pueden afectar la cicatrización en su etapa inicial.

¿Y después? Debido a que las bacterias generan una película de polisacáridos que impiden la acción de los antibióticos en la herida, el investigador y sus colaboradores empezarán a desarrollar nanopartículas para el trasporte y liberación dirigida y prolongada de fármacos, las cuales no sean identificadas por ese “mecanismo de resistencia” de los patógenos y ayuden a la cicatrización de heridas. Esperan que eso ocurra en un año. --

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