La crisis económica detonada por la paralización de las actividades económicas para evitar la propagación del covid-19 ha ocasionado la desaparición de casi 10 mil patrones formales. De acuerdo con estadísticas del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), durante mayo tres mil 295 empleadores se dieron de baja de sus registros, en tanto que en abril éstos ascendieron a seis mil 689. De esta manera, al 31 de mayo de 2020, se tienen registrados 997 mil 767 patrones formales, cuando al inicio de la pandemia se tenían un millón siete mil 751, lo que significa una reducción de nueve mil 884. Los analistas económicos anticipan que la caída en los registros patronales durante los siguientes meses seguirá ante la falta de liquidez de las empresas para continuar operaciones y la ausencia de apoyos fiscales, lo que en consecuencia también detonará el desempleo. Las cifras del IMSS indican que, hasta el 31 de mayo un millón 30 mil mexicanos han salido del mercado laboral formal debido a la pandemia, dado que en marzo se cancelaron 130 mil 593 puestos de trabajo, en abril 555 mil 247, en tanto que en mayo se perdieron 344 mil 526 empleos. Juan Carlos Alderete, director de Análisis Económico de Grupo Financiero Banorte, indicó que la vulnerabilidad financiera de las empresas ante el choque de demanda a causa del covid-19 sigue en aumento, ya que, conforme pasa más tiempo sin poder generar ingresos, su capacidad de hacer frente a sus gastos se ve comprometida, incluyendo su plantilla laboral. La mayoría de los patrones que se dieron de baja probablemente suspendieron labores o cerraron totalmente ante el choque de demanda por la pandemia, por encima de la tasa típica de creación y pérdida de negocios en la economía”.

En este sentido, comentó, que en marzo, aun cuando hubo una caída en el total de empleos, se incorporaron dos mil 404 patrones al IMSS. En su opinión, entre más pronto se concrete el reinicio de las actividades económicas, la pérdida de empleos será menor y la recuperación más rápida. No obstante, dijo que la decisión es compleja ya que una apertura completa y sin ninguna restricción aumenta la probabilidad de una nueva ola de contagios que afecte nuevamente la capacidad productiva del país. Aseguró que en la medida en que la actividad empiece a reactivarse el empleo hará lo propio; no obstante, anticipó que será de manera gradual ante la naturaleza propia de la pandemia, además, recordó que suele ser así en periodos de recuperación tras choques muy disruptivos en la economía. AÚN HAY TIEMPO

El gobierno aún está a tiempo de salvar a muchas empresas, sobre todo de pequeño y mediano tamaño, que enfrentan problemas de solvencia, no con la condonación de impuestos, sino con el diferimiento a un año o dos condicionada a que no se reduzca el empleo”, consideró Carlos Serrano, economista en jefe de BBVA México.

Dijo que la postergación de las obligaciones fiscales daría liquidez a las empresas para reiniciar operaciones. “La mejor forma de evitar que un mayor número de personas caiga en la pobreza es protegiendo el empleo y la vía más directa para hacerlo es ayudando a que más empresas sobrevivan la pandemia”. -- DINERO EN IMAGEN