Tras la presentación del 4to Informe de Gobierno del mandatario estatal, Juan Manuel Carreras López, GlobalMedia en mesa de análisis convocó al experto economista, Raymundo Tenorio y al presidente de la Canaco – Servytur, Alejandro Pérez, quienes coincidieron que la materia que más preocupa a los potosinos es la movilidad y la infraestructura, y que ante ese panorama se esperaba que el gobernador anunciara la fecha de inicio de las obras para el ansiado proyecto de Vía Alterna a la Carretera 57… cosa que no sucedió. En este sentido, Alejandro Pérez opinó que la iniciativa privada esperaba que el Jefe del Ejecutivo estatal brindara una posible fecha de arranque y no que dijera que aún le restan dos años a su sexenio para poder concretarla, cuando en términos prácticos solo le queda un año, porque su último año será electoral y la experiencia señala en los últimos 12 meses se hace muy poco.  Dijo que muy probablemente podría convertirse el sexenio de Carreras López en un “sexenio perdido”, como lo fue el sexenio de Fernando Toranzo Fernández.  El líder empresarial agregó que no ve que se pueda extender la espera hasta dentro de dos años y que la Vía Alterna debe empezar en 2020.  Por su parte, el reconocido economista Raymundo Tenorio consideró que más allá de la visión que mantiene la administración de Carreras López, de no generar deuda pública podría haber una solución; la cual consta en que el Gobierno del Estado apueste por las asociaciones público – privadas donde obras de infraestructura puedan ser financiadas con capital privado, bajo un esquema de concesiones transparentes y así proveer a San Luis de la Vía Alterna.  Sin embargo precisó que de no hacerlo y esperar que la federación sea quien otorgue los recursos, el tiempo seguiría pasando, incluso definió que esa actitud es la de un gobierno “que le falta stamina, que tenga ganas de hacer las cosas para impulsar estas asociaciones público – privadas y no esperar que lo haga el gobierno federal”. Y agregó que si el gobernador Carreras López tiene pensado sumarse a la política presidencial de la austeridad, que califica más como un “austericidio” tendría una visión demasiado reducida que únicamente provocará que pase el tiempo “y podrían pasar 3 o 4 años y seguiríamos esperando”.