El consejero presiente del INE, Lorenzo Córdova, se pronunció en contra de la eliminación del principio de representación proporcional como mecanismo para acceder a espacios en el Congreso. Durante la presentación del ensayo Informe sobre la Democracia Mexicana en una Época de Expectativas Rotas, indicó que una de las lecciones que dejó el proceso electoral del 1 de julio es que en democracia las minorías son necesarias. Córdova consideró que en un contexto en donde Morena y sus aliados ganaron de forma avasalladora, el pluralismo político, su reconocimiento y defensa, no debe verse como un problema, sino como un valor. En este sentido, aseguró que la representación proporcional contribuye a dicho pluralismo. "Se ha venido construyendo un discurso antipolítico y yo digo antidemocrático en contra de la representación proporcional... yo me pregunto si quienes lo promovieron, hoy no beneficiados por las urnas, lo sostendrían", cuestionó. Córdova aclaró que será hasta el 23 de agosto cuando el INE asigne a los diputados y senadores de representación proporcional. No obstante, adelantó que, según cifras preliminares, sin esos espacios Morena podría realizar modificaciones constitucionales sin tener que recurrir a la negociación. Explicó que si no existiera este principio en la Cámara de Diputados el PRI tendría 7 de 300 diputados, mientras que la coalición ganadora, Morena, PES y PT, sumaría 230. Con ello, dijo, dicha alianza contaría con más del 77 por ciento de la Cámara de Diputados, con lo que podría aprobar el presupuesto e incluso la Constitución sin consultar a los demás. Con el mecanismo actual, agregó, el tricolor tendrá 37 diputados de representación proporcional y sumará un total de 44, en tanto que la coalición ganadora contará con 309 diputados. Indicó que si bien este número de legisladores le dan una mayoría clara y consistente, los coloca a 21 diputados de lograr una modificación constitucional sin negociación política. En su turno, Rolando Cordera y Jacqueline Peschard advirtieron que tras el resultado del 1 de julio, lo que sigue es fortalecer a las instituciones a fin de que funcionen como contrapesos. Cordera señaló que López Obrador generó altas expectativas. Lo que falta por saber, agregó, es con qué andamiaje institucional las atenderá. Dijo que esta situación coloca a México en un momento de alarma porque, si el próximo Gobierno no cumple sus promesas, romperá las expectativas de los ciudadanos. "Vivimos un momento de alarma ante tan altas y acelerada expectativas. Y nos preguntamos ¿con qué instituciones, con qué discurso, con qué lectores de fuerza se pueden modular, encausar, estas expectativas para no llegar a una situación alarmante de nuevas expectativas rotas?", cuestionó. Jacqueline Peschard señaló que ante el triunfo de Morena y su candidato lo que queda pendiente es analizar de dónde surgirán los mecanismos que fungirán como contrapesos. "La elección del 1 de julio abrió la posibilidad de un gobierno con amplio margen de maniobra. La pregunta es ¿de dónde vendrán los contrapesos para dar cabida a todas las voces y no sólo a aquellas que apoyaron de manera mayoritaria?", planteó. Los especialistas coincidieron en que uno de los retos del nuevo Gobierno será cuidar que la euforia ciudadana no se convierta en frustración tras su arranque formal. -- Reforma