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Alumnos del Seminario Guadalupano Josefino de la Arquidiócesis de SLP consideran que la sociedad ha vivido presa del individualismo y abandonó los verdaderos valores de estos tiempos de reflexión y unidad con la familia.
12:39 martes 25 diciembre, 2018
San Luis
En entrevista para Globalmedia en el espacio informativo de Héctor Trejo; alumnos del Seminario Guadalupano Josefino de la Arquidiócesis de SLP compartieron con la audiencia una reflexión sobre cómo la sociedad actual se ha venido alejando de los verdaderos valores que deberían prevalecer no sólo en esta temporada decembrina sino en todo el año restante: la honestidad, la fraternidad y la paz. Luis Fernando Torres Sada, del Seminario de San Luis Potosí originario de la Parroquia Madre de la Divina Gracia, indicó que la navidad es un momento para ser mejores personas, pues la naviadad desprende la alegría de la presencia de Dios en nuestros corazones, agregó que la esperanza y el corazón con la paz y perspectiva de vida, deben permanecer entre la fraternidad compartiéndola con nuestros seres queridos.
Añadió aunque a la sociedad actual le cuesta mucho mantener la fraternidad, ésta debe mantenerse por encima de todo aquello de lo que causa tensión humana lo que en respuesta provoca que se tenga un vacío en su vida producto de la tensión tanto social como laboral. “Siempre entender al corazón humano, será fundamental para el desarrollo de la comunicación de lo divino, y que el ser busca donde descansar en placeres, riquezas, honor etc. El corazón está creado para poner el ser divino en ese estudio del propio corazón se puede llegar a tener una mayor sensibilidad de los corazones de los demás y optar por el descanso verdadero en estos días junto a Dios” expresó. Por su parte José Luis Rangel Pérez alumno de 4to año de Teología, del Seminario Guadalupano Josefino de la Arquidiócesis de SLP, sostuvo que muchas personas llegan a frustrarse al final de éste año porque en ocasiones no logran alcanzar los parámetros que nos obliga la sociedad, propuso que más allá de la religión se debería apoyar al ser humando desde su fe y recuperar como seres humano la vida en comunidad. Añadió que desafortunadamente las personas se valoran por lo que tienen y no por su verdadera esencia. Por tanto se manifestó a favor de que se tomen un alto de la vida cotidiana, para un momento de reflexión y así vivir de acuerdo a los valores universales que les da la fe, con paz y fraternidad “Se ve una sociedad que valora mucho al individuo pero que es indiferente a los demás, debemos vivir sin indiferencia a la vida pública, a los sucesos sociales… ahí está el reto para poder aprender a vivir en comunidad”.