En lo que va de la LXI Legislatura, diputados locales han hecho señalamientos a líderes religiosos de la Arquidiócesis Potosina, luego de que emiten opiniones sobre la actividad y actitudes dentro del Legislativo, sin embargo se han tenido que retractar, en ocasiones con disculpas públicas e incluso acercamientos con el arzobispo.   El más reciente acontecimiento lo protagonizó el diputado del partido Conciencia Popular Óscar Vera Fábregat quien explotó después de ser cuestionado sobre las declaraciones del arzobispo Jesús Carlos Cabrero Romero solo por llamarles "niños ricos" a ciertos legisladores que ya tienen descompuestos los coches nuevos; Vera le respondió “ya se mete lo mismo a un sanitario que a una crítica en el Congreso”. Incluso expresó “el pobre padrecito está tan desacreditado que mejor no hacemos comentarios al respecto, no tiene caso”.   Pero poco duró la afrenta a la máxima autoridad católica en la entidad potosina, debido a que el día de la sesión del pleno del Congreso, tomó la tribuna para ofrecer disculpas: “Reconozco y ofrezco una disculpa pública, nunca fue mi intención agraviar ni entrar en polémica con alguien de su nivel de importancia, la actividad política es una discusión social, pero sin que el debate se convierta en enfrentamiento, mis disculpas públicas y la manifestación de encontrar siempre mecanismos de diálogo en las controversias públicas que se presenten”.   El capítulo cerró, sin embargo no ha sido el único, porque a inicios de esta Legislatura, el diputado Sergio Desfassiux arremetió contra la autoridad clerical, a raíz de comentarios del vocero Juan Jesús Priego Rivera sobre los escándalos y excesos en las "dietas" del Congreso del Estado. A su manera, utilizó la tribuna del pleno para señalar a la iglesia como una de las instituciones que maneja a discreción recursos que aporta los creyentes, “todos tenemos cola que nos pisen y me refiero al sector privado, políticos, la iglesia y hasta las asociaciones civiles, no debemos tirar la piedra sin antes saber que estamos libre de pecado, para hablar y criticar primero tenemos que limpiar nuestra casa”. Al quite le entró el diputado Manuel Barrera Guillén, quien manifestó su precoupación porque los representantes de la iglesia "agredieran" a uno de los 27 diputados. En aquella ocasión no pidieron disculpas por el discurso pero posteriormente el arzobispo invitó a los legisladores a un desayuno para reestablecer la concordia, hasta estrecharon las manos reiterando una amistad. Esa vez el propio Desfassiux subió a su twitter el momento: