La pareja formada por Chris Hemsworth y Elsa Pataky vuelve a disfrutar estos días de la placidez y la calma que se desprende de su idílica vida en la costa australiana, tras poner fin a una época bastante ajetreada y, sobre todo, marcada por la intensa campaña promocional de la tercera entrega de la saga 'Thor', la asistencia del primero a la gala de los Globos de Oro y, de forma más reciente, la presentación en Los Ángeles y Nueva York de la cinta '12 Strong', en la que ambos aparecen por primera vez juntos en la gran pantalla. Como han dejado patente en sus respectivos perfiles de Instagram, en su primer fin de semana tras su regreso a casa los dos enamorados no tardaron en recorrer algunos kilómetros adicionales para poder aislarse del mundanal ruido en pleno campo, una visita a la naturaleza que, además de servirles para desconectar definitivamente del estilo de vida urbano que han llevado últimamente, también les permitió dar rienda suelta a una de sus aficiones compartidas: la equitación. Pero lo cierto es que ninguno de los dos se conformó con dar un relajante paseo mientras admiraban los bucólicos paisajes del medio rural australiano, ya que el carácter competitivo del matrimonio les obligó de alguna forma a enfrascarse en una improvisada carrera de caballos que, como ha revelado ahora Chris, tuvo como vencedora a la madrileña, aunque no sin polémica. "Creo que le habría ganado si no fuera por la maniobra ilegal de Elsa, un adelantamiento con un ángulo muy peligroso en medio de un sprint #Temeraria", bromeó el intérprete al publicar en su Instagram un breve vídeo de la competición.

Para dejar patente que la rivalidad entre los dos actores se limita única y exclusivamente al ámbito deportivo, el fornido artista compartía poco después una romántica estampa que les retrataba a ambos sonrientes y disfrutando al máximo de una suculenta cena. "Anoche me encontré a esta extraña en un restaurante y decidí unirme a ella para cenar", escribía en tono jocoso para describir la bonita estampa, que refleja a la perfección la felicidad que les embarga cada vez que vuelven al país donde residen desde hace ya cuatro años.

-- COSMOPOLITAN