El presidente de la Federación Bajío Norte de la Coparmex Nacional, Jaime Chalita Zarur, hizo un balance de los seis años de la administración estatal, donde destacó la atracción de inversiones y los avances que se lograron en obras de movilidad, sin embargo, el combate a la pobreza y la inseguridad, fueron dos de los rubros en donde no se tuvieron los resultados esperados. “Un sexenio que definitivamente quedará marcado por la pandemia y que provocó que al finalizar el sexenio tal vez no se alcanzarán los objetivos planteados desde un inicio; podemos destacar que el ambiente laboral y social fue propicio para la llegada de inversiones, que vinieron a fortalecer el clúster automotriz”, indicó el empresario potosino. Recordó que de acuerdo con Sedeco, las inversiones llegaron casi a los 10 mil millones de dólares, tanto de nuevas empresas como de las ya existentes. Añadió que en el tema de movilidad también se sentaron las bases para las principales obras que ayuden a reducir los tiempos de traslado en la zona metropolitana, por lo que será en el próximo sexenio cuando se puedan ver concluidas esas obras. “En el interior del estado no se tuvo la llegada de inversiones como hubiéramos querido, el factor geográfico de los municipios y posteriormente la pandemia, no permitieron que llegaran más inversiones como hubiéramos querido, sin embargo, se han hecho esfuerzos para seguir generando empleos en el interior”, precisó Jaime Chalita Zarur. El presidente de la Federación Bajío Norte de la Coparmex Nacional dijo que lamentablemente las áreas de combate a la pobreza y a la inseguridad no tuvieron los resultados esperados, temas que van de la mano y donde pese a los esfuerzos realizados, las estadísticas están a la vista. “En cuanto al tema de combate a la pandemia que ocupó el último año del sexenio, tuvo sus altibajos los resultados, que permitieron que San Luis Potosí lograra controlar en ciertos momentos la pandemia, pero en otros, la autoridad sanitaria se vio rebasada”, señaló. El dirigente empresarial indicó que vienen grandes retos para el próximo mandatario estatal, quien deberá evaluar los programas y proyectos que pueden seguir funcionando y cuáles deberán empezar de cero.