CIUDAD DE MÉXICO.- A veces sucede que después de tanto buscar, enviar currículums y realizar entrevistas, las ofertas de empleo por fin llegan a nosotros y, en ocasiones, se juntan. ¿Por cuál decidirnos? El primer impulso es ver qué oferta nos puede brindar un salario más alto, pero ¿es eso todo lo que debemos evaluar? No. Si comparamos una oferta laboral con un pastel, el salario es sólo una rebanada. Existen otros tantos factores a considerar que, sin duda, tendrán un efecto real en tu felicidad”, asegura Sophia Bera, especialista en finanzas personales para millennials. La realidad es que el dinero es sólo una parte del gran horizonte que te ofrece un nuevo trabajo. Así que si ignoras todo lo demás sólo por el sueldo, podrías cometer un gran error. Pero para que no suceda, te proporcionamos algunas claves, de acuerdo con Bera: 1. El salario Sí, no es lo único ni lo más importante, pero por eso no hay que ignorarlo. ¿Ese salario será suficiente para cubrir tus necesidades? Considera el costo de vida en la zona donde te encuentras y otros costos relacionados como la renta, el transporte o gasolina, además de tus gastos fijos. 2. Los incentivos Recuerda, el salario sólo es una rebanada del pastel. Así que debes considerar los beneficios que ofrece la empresa que quiere contratarte. Pueden ser bonos, comedor, vales de despensa, prestaciones por encima de la ley, etc. Tal vez el salario no sea el ideal, pero si tienes otras “ayudas” o “apoyos”, puedes considerarlo. 3. ¿Cómo afecta a tu calidad de vida? ¿De qué sirven los buenos sueldos o incentivos si ese nuevo empleo afectará tu calidad de vida? Si trabajarás más horas o tu lugar de trabajo queda muy lejos al grado de no permitirte tener tiempo libre, debes pensarlo dos veces. Recuerda que más tiempo para el trabajo es menos tiempo para ti, tu familia y tus amigos. 4. Cultura laboral ¿Te gusta el ambiente que esa empresa te ofrece? Por más dinero que te ofrezca, no serás feliz si esa compañía no es compatible con quien eres y con tu forma de trabajar. Sobre todo si no comparten ambas partes los mismos valores. Si en esa empresa existe algo que puede no hacerte feliz –como un código de vestimenta o poca flexibilidad- es momento de buscar otras opciones. Este pastel se puede partir en cuatro rebanadas. Tú decides cuáles serán más grandes que otras y cuándo te las piensas comer. -- EXCÉLSIOR