A la vio, a la vao, a la bimbombá, AMLO, AMLO ra, ra, ra! Usted me debe perdonar, en esta euforia desmedida provocada por los inicios navideños, un “Buen Fin” reactiva la economía y hace olvidar, entre pantallas, moda y mil promociones más, un cierre de sexenio caótico.  Con varios temas en la mira, un tren Maya será revalorado en encuesta popular, la nueva moda de un personaje al que votaron para tomar decisiones, provocando la cancelación de grandes proyectos, aunque a decir verdad, en este aclamado “no soy yo, eres tú…” , Andrés está al servicio de la nación y al populus es lo que le importa. Esta modalidad política de peligro inminente obliga a tomar partido, o estás con AMLO o perteneces a un gremio que complotea en su contra, un radicalismo puro disfrazado de amnistías, buenos deseos y una onda aparentemente complaciente. El Pueblo soy yo, último libro de Krauze, coloca al salvador nacional en una lista no tan presumible de populacheros dictadores, una joya documental que aterra al ver el destino de los que en su día confiaron en la mal llamada revolución.  Atrás quedaron los recuerdos del sueño férreo CDMX - Querétaro, Dragon Mart, Texcoco ( que podría llamarse Atenco, aunque representaría un grave problema ), y otra fila de macroproyectos, afectados por la incapacidad de tomar decisiones, consultas populares que nos hacen ver inseguros, populistas y volátiles ante los ojos de un mercado internacional expectante. Cuestión política, para aquel que acostumbra a darse baños de pueblo y golpes de pecho, se avecinan tiempos difíciles disfrazados de falsas reactivaciones: El buen fin, Thanksgiving y Navidad moverán carteras para poder soportar el trancazo del próximo 1 de Diciembre, una emoción que se difuminará con el poder de la lógica.  No me odie, me declaro un AM hater! defendiendo mi postura con números, datos fríos que no fallan y dictaminan los hechos; un México que no produce lo suficiente, una inflación a la alza y la nueva subida en las Tasas de Interés, por más que lo quiera, pida e implore, nos anuncia que estaremos pasándola color de hormiga a nivel nación. Nuestra pérdida de competitividad se refleja arriba de los 20.00 pesos por dólar, como le comento, lógica dura para desenmascarar un presente vendido a precio de oro y petróleo. Vicente Fox se estrenó como presidente ante un panorama desolador, Felipe Calderón enfrentó una situación más compleja entre Influenza y el Big Fall fortaleciendo la economía nacional, el gobierno de Peña transitó en sus primeros dos años por caminos de algodón…El próximo primero de Diciembre comenzaremos la medición en la capacidad de reacción que tiene el nuevo gobierno, veremos si estamos listos para revertir la situación que de excusa pasará a ser obligación, un cambio de la crítica a la propuesta. PD. Cántele las mañanitas a Obrador antes de que lo madruguen, para ese entonces quién sabe si nos quede voz… Javier Rueda

@ruedac