Santos compartió que la idea de hacer la película surgió mientras se encontraba en un taxi intentando aterrizar un proyecto que no funcionaba. ”Iba escuchando Molotov y tuve ese pensamiento. Me parecía una banda muy particular y pensé, ¿cómo hago para trasladar esa energía (del grupo) y esa irreverencia a una película?”, contó en entrevista para Latinus. El cineasta dijo que la palabra chilangolandia vino a su cabeza y le pareció ideal para un nuevo proyecto, en el que la Ciudad de México, una ciudad ”impredecible”, ”caótica”, ”mágica” e incluso ”nostálgica” le pareció ideal. Sobre esto expresó que ”de ahí vino la idea de hacer Chilangolandia y afortunadamente el guión gustó mucho”.

En cuanto a la producción de la cinta y la cuestión de su realización con la pandemia, dijo que por suerte se filmó justo antes de que comenzara a cerrar la industria del espectáculo. Reconoció que ahora su obra cumple un propósito que no se había planteado al momento de realizarla.  ”Llega en un año y medio de pandemia donde a todos nos ha pegado. Una película cómica, alegre y que hace celebrar nuestra tradición funciona muy bien, sobre todo para el 16 de septiembre, creo que a todos nos hace falta reír y soltar una carcajada. Estamos muy contentos de estrenarla en esta fecha”, apuntó el director.  Sobre la trama de Chilangolandia y el porqué abordarla como una comedia, cree que ”México es un país que utiliza la comedia para soportar y entender la realidad”. Se mostró satisfecho con que el título del filme ya trae una connotación cómica y esto da a entender que se trata de una cinta cómica. La comedia también cuestiona las situaciones que se viven día a día en México, pues tiene la creencia de que ”las mejores comedias son las que tocan temas fuertes”. Para crear un ambiente cómico pero también real, el director y su producción pensaron en tomar antagonistas reales y no ficticios. 

”Toda película necesita tensión, drama, antagonistas. En lugar de inventarnos antagonistas imaginarios o falsos habría que reconocer a los antagonistas reales de la ciudad, que van de todo tipo. Existe la violencia, la inseguridad, la corrupción y los desastres naturales como los temblores. Todos estos son los antagonistas reales de la Ciudad de México”, señaló. El reparto que colaboró con Santos incluye actores que van construyendo una carrera y otros que ya han hecho una trayectoria consolidada en la escena nacional. Silverio Palacios (Matando cabos), Luis Felipe Tovar (Todo el poder) y Liliana Arriaga, conocida por el personaje de la Chupitos, fueron los más experimentados dentro del elenco.  ”La verdad tuvimos muchísima suerte de que ellos aceptaran, son unos maestros, casi sin dirigir había una gran química entre los actores y esto ayudó a que las cosas hayan salido bien. Hubo un gran ambiente en el set”, dijo sobre los actores ya mencionados. Al ser una película filmada completamente en la capital del país y que está llena de referencias sobre la misma, señaló que tiene características muy mexicanas no propias de los capitalinos. ”La película está abierta a si eres chilango puedes celebrarte y reírte de ti mismo, y si eres norteño o sureño y quieres reírte un poquito de los chilangos también lo puedes hacer”. Ante el inminente estreno de Chilangolandia, Santos dijo que su intención es que el público que la vaya a ver salga con un buen sabor de boca. Agregó que ”lo más importante es que la gente haya sentido que valió la pena pagar su boleto, que logró verse en el espejo y pudo reírse un poco”.