Carlos Ortiz tuvo una buena primera ronda en el RBC Heritage, el tapatío de 29 años se recuperó de un mal arranque en el que tiró dos dobles bogeys en los primeros cinco hoyos y logró cerrar el día con una tarjeta de 69 golpes, dos bajo par y ubicarse en el lugar T45 después de la primera ronda junto con el también mexicano Abraham Ancer.  Pero el regreso a la actividad, desde la semana pasada en el Charles Schwab Challenge, no fue sencillo para Ortiz Becerra. Además de la frustración causada por la incertidumbre, durante los tres meses de inactividad por el coronavirus, Carlos sufrió una ruptura en el dedo meñique del pie y se vio obligado a utilizar una férula en el pie por seis semanas, lo cual lo privó de entrenar para el reinicio de la temporada 2020.  Se me cayó una pesa en el dedo chiquito del pie y se me rompió. Tuve que usar una bota como seis semanas y apenas hace tres semanas apenas dejé de usarla. La verdad me costó un poquito de trabajo, ahorita sigo entrenando bastante duro para tratar de agarrar el nivel de juego que tenía porque en tres semanas pensé que si iba me iba a alcanzar para estar listo pero me faltó un poquito. Lo bueno es que cada vez más cerca de donde quiero estar”, mencionó Ortiz, quien lleva tres Top 5 en lo que va de la temporada, incluido un segundo lugar en el Mayakoba Golf Classic.  

Los tres meses sin competir no fueron del todo malos para Carlos, quien aprovechó para pasar tiempo con su familia y reflexionar sobre su pasión por el golf.  Yo creo que la última vez que no competi tanto tiempo, ni me acuerdo. Definitivamente mi máximo son estos 95 días y si es algo que extrañé muchísimo. Competir y viajar. La verdad es que a veces pensaba que era mucho y nunca pensé que extrañaría estar viajando pero después de tres meses dentro de mi casa me hizo valorar lo que tenía. La verdad es que me encanta competir. Es algo especial y que me encanta sentir y esto me ha hecho reflexionar lo mucho que me gusta mucho lo que hago y también estar agradecido por la oportunidad que tenemos de estar en una oficina que es nuestro campo de golf”. 

-- Excelsior