A través de su informe anual, Burberry dio a conocer que en el último año, todos los productos que no logró vender, entre los que se encuentran ropa, accesorios y perfumes, fueron destruídos como una forma de proteger a la marca. Esta medida, que consiste en quemar las mercancías existentes que no se lograron vender y que se valoraron en 37 millones de dólares. Para evitar que existan críticas hacia su proceso de eliminación de mercancías, la compañía aseguró que se almacena la energía que se produce durante el proceso de incineración por lo que el proceso no contamina. Burberry reconoció que aunque el volumen de productos destruídos el año pasado fue superior al que se esperaba, tuvieron que deshacerse de una gran cantidad de perfumes debido a que firmaron un acuerdo con la marca Coty. Un portavoz explicó que la compañía es muy cuidadosa al tratar de minimizar la cantidad de existencias que produce y que, en caso de ser necesario, se deshacen de manera responsable de los excedentes. De acuerdo con el informe, la firma reportó un incremento en sus utilidades de cinco por ciento, lo que lo colocó en más de 537 millones de dólares. -- LÓPEZ DÓRIGA