Aeroméxico informó que este lunes llegó a un Acuerdo de Compensación con el fabricante de aviones Boeing para mitigar los costos derivados de la suspensión temporal de operaciones de los equipos 737 MAX. La aerolínea mexicana no reveló el monto de la transacción y reservó los datos. “La compañía mantiene constante comunicación con Boeing y los organismos reguladores del sector aeronáutico nacionales e internacionales y espera que, una vez se rectifique el equipo, se reinicien sus operaciones”, dijo en un comunicado enviado a la Bolsa Mexicana de Valores (BMV). El 11 de marzo del año pasado, la empresa aérea decidió suspender las operaciones de sus seis equipos B737 MAX, tras el accidente del vuelo ET302 de Ethiopian Airlines, en el que fallecieron 157 pasajeros, y que prosiguió al vuelo 610 de Lion Air en el que perecieron 189 personas más. Sin embargo, desde ese momento Aeroméxico reiteró su confianza en la seguridad del avión que operó desde un año previo sin ningún contratiempo. De acuerdo con un análisis del Grupo Financiero Monex, la salida del B737 MAX afectó la oferta de asientos disponibles de la aerolínea en un 7.2%, lo anterior contribuyó a una caída en el tráfico de pasajeros de 7.5 por ciento. Según el Grupo Aeroméxico para el cierre de 2019 tendría que tener de ese tipo y para este año esperaba el arribo de por lo menos ocho más para completar 20 aeronaves. En diciembre, Boeing anunció que a partir de este mes detendría la producción del B737 MAX debido a que el proceso de certificación del avión ha tomado más tiempo de lo esperado. La compañía estadunidense aseguró que, tras la puesta en tierra del avión, en marzo, continúo con la fabricación por lo que actualmente tiene almacenados 400 aviones. “Anteriormente hemos declarado que evaluaríamos continuamente nuestros planes de producción si la puesta en tierra del MAX tardaba más de los esperado. Como resultado de esa evaluación hemos decidido priorizar la entrega de aviones almacenados y suspender temporalmente la producción en el programa 737”.

Boeing argumentó que la decisión tomada es la menos perjudicial para mantener el sistema de producción a largo plazo y la salud de la cadena de suministro. “Esta decisión está impulsada por una serie de factores, incluida la extensión de la certificación hasta este año, la incertidumbre sobre el momento y las condiciones de regreso al servicio y las aprobaciones de capacitación global, además de la entrega de las aeronaves almacenadas”, apuntó el fabricante. Apenas el fin de semana, un medio estadunidense detalló que como parte de la investigación que la Administración Federal de Aviación (FAA, por sus siglas en inglés), realiza sobre el 737 MAX ha detectado que dos cables que ayudan al control de la cola de los aviones están muy cerca el uno del otro por lo que averigua si puede correr algún riesgo de generar un costo circuito. El escándalo que ha provocado la puesta en tierra del 737 MAX ha cimbrado a la compañía al grado de que cesó a Dennis A. Muilenburg como su director general y director de la Junta y en su lugar nombró a David L. Calhoun para ejercer el cargo a partir del próximo lunes 13 de enero. Según el fabricante, desde marzo ha realizado más de 800 vuelos de prueba con el software del Aumento de Características de Maniobras (MCAS), el causante de los accidentes, y anunció diversos cambios en equipos de trabajo para que estos se dediquen a garantizar la seguridad de sus productos y regresar de forma segura al B737 MAX al aire. --

Con información de Dinero en Imagen

Foto: Wikimedia