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Hungría aprobó una nueva ley laboral que elevó en un 62.5 por ciento el número de horas extra anuales, lo que ha generado protestas
17:50 viernes 21 diciembre, 2018
MundoEl Gobierno húngaro aprobó una polémica ley que elevaría las horas anuales de trabajo en casi un 62.5 por ciento, lo que ha provocado una serie de protestas. El Primer Ministro de Hungría, el conservador nacionalista Viktor Orbán, defendió este viernes la polémica medida y definió las manifestaciones como un "griterío histérico. "Nadie podrá ser obligado a trabajar horas extras. El que dice algo diferente, miente", aseguró Orbán en su entrevista semanal a la radio pública "Kossuth". La ley, que los críticos definen como "ley de esclavitud", eleva de 250 a 400 el número de horas extra permitidas por año. De esta forma, ciertos empleados podrían pasar a trabajar seis días a la semana, mientras que los empresarios tendrán la posibilidad de desembolsar esas pagas en un período de 36 meses, o sea, tres años, en lugar de un año como hasta ahora. Según los críticos, los trabajadores que se nieguen a aceptar trabajar las horas extras quedarían "marcados" y correrían el riesgo de despido, a pesar de que la ley determina que ese trabajo adicional debe ser siempre "voluntario". En Hungría hay un notable déficit de mano de obra, según Orbán, que añadió que se han eliminado "reglas tontas" para aquellos que quieran trabajar lo hagan. La falta de mano de obra es vinculada a la migración de ciudadanos, muchos altamente calificados, mientras que el Gobierno mantiene una política dura contra la migración. En la última semana y media Budapest y otras ciudades fueron escenario de protestas contra la ley, que en algunos casos concluyeron en enfrentamientos entre los manifestantes y la policía que acudió al gas lacrimógeno. "Son gritos histéricos", dijo el Primer Ministro hoy sobre las protestas de los partidos de la oposición, aunque agregó que comprende a los manifestantes. "Conozco el sentimiento cuando uno siente que tiene razón, pero nadie le escucha", dijo Órgano. Por otra parte, Orbán arremetió una vez más contra su principal rival ideológico, el magnate estadounidense de origen húngaro George Soros, al asegurar que él está detrás de las protestas. "En el fondo hay organizaciones internacionales que se mueven. Los más agresivos son pagados por Soros", enfatizó Orbán para quien el magnate es un enemigo político por defender las ideas de las sociedades abiertas. El Presidente húngaro y aliado de Orbán, János Áder, firmó este jueves la ley, que entrará en vigor el 1 de enero próximo. -- Reforma