Vínculo copiado
Éste 2018 presentará diversos frentes que en mayor o menor medida afectarán el entorno financiero y económico de las familias en el país.
20:56 jueves 4 enero, 2018
ECONOMÍA CONDUCTUAL“La incertidumbre es la condición misma que impulsa al hombre a revelar sus podere.” Erich Fromm, psicoanalista y psicólogo social. 03 de Enero de 2018
Éste 2018 presentará diversos frentes que en mayor o menor medida afectarán el entorno financiero y económico de las familias en el país.
Uno de estos temas es el de la inflación. 2017 cerrará la con una inflación cercana al 6.65%, poco menos del doble de la inflación que tuvimos en 2016 y la más elevada desde hace 17 años.
Si bien el factor que detonó el proceso inflacionario fue el incremento súbito de los combustibles en enero del año pasado, no hay que olvidar que ese incremento respondió a su vez a la necesidad de enfrentar un crecimiento acelerado del endeudamiento y el déficit públicos; procesos que en México suelen estar detrás de la mayoría de los procesos inflacionarios acelerados en los últimos 40 años.
La inflación en el 2018 necesariamente será más baja primero simplemente por efecto de cambio en la base de comparación. (Si aumento 10 pesos a algo que vale 100 la inflación es de 10%, pero si el año siguiente vuelve a aumentar 10 pesos el porcentaje de inflación será del 9%).
Adicionalmente, muchos sectores terminaron de absorber los efectos directos e indirectos del incremento a los combustibles; sin embargo, existen otros sectores cuya asimilación de los incrementos es paulatina y puede aún presentar efectos en los primeros meses de este año. Un ejemplo ocurre con las colegiaturas de las escuelas, las que normalmente tardan hasta más de un año en reflejar procesos inflacionarios elevados.
Adicionalmente, la volatilidad del tipo de cambio en 2018 puede volver a alimentar la inflación. El tipo de cambio ha sido afectad, entre otros, por tres tipos de procesos: Primero, la presión de factores de volatilidad internacional derivados de escenarios pesimistas u optimistas para nuestro país. Segundo, la fortaleza o debilidad relativa del propio dólar frente a todas las monedas. Tercero, las condiciones estructurales de la economía mexicana, particularmente aquellas relacionadas con el dinamismo de las exportaciones y con el endeudamiento y déficits públicos.
La incertidumbre asociada a estos tres factores lleva hoy a que los pronósticos de analistas presentan una enorme variación den el tipo de cambio esperado para 2018.
En caso de que los pronósticos depreciación del peso se cumplieran, ello podría contribuir a alimentar nuevamente proceso inflacionario.
Otro elemento importante que en este año puede gravitar sobre las finanzas y economía de las familias, lo constituye la evolución de las tasas de interés.
Banco de México ha tenido que seguir durante casi dos años una trayectoria de crecimiento acelerado de la tasa referencia para enfrentar, primero, el alza de las tasas en Estados Unidos y, adicionalmente, como medida de contención a la especulación cambiaria y a la inflación.
Se prevé que buena parte de 2018 continúe el proceso de alza de tasas en Estados Unidos y ello puede llevar a un crecimiento de la misma o mayor magnitud en México.
Dado el nivel actual de las tasas, un escenario de tasas todavía mayores tendrá un efecto sobre el servicio de la deuda de las familias, particularmente en deudas de corto plazo como las tarjetas de crédito.
Por último, un tercer elemento que puede pesar sobre la condición financiera y económica de las familias lo constituye el proceso electoral en México que, si bien por sí mismo no implica en lo inmediato aspectos concretos que incidan en la condición económica o financiera, si contribuyen a un ánimo de incertidumbre que provoca a su vez dos fenómenos: En primer término, la mayoría de las personas, de acuerdo distintos estudios en México y a nivel mundial, antes escenarios de incertidumbre, tienden a no tomar decisiones financieras. Ello, puede implicar un efecto negativo si se trata de postergar decisiones de ahorro que por supuesto son favorables sin importar las condiciones del entorno de corto plazo.
Adicionalmente, el proceso electoral en México será nuevamente de enorme confrontación y polarización. Hoy ya podemos apreciar como los seguidores u opositores de uno u otro candidato, no admiten ningún tipo de crítica a su candidato, como tampoco admiten ningún tipo de validez en cualquiera de los argumentos del contrario. Ello provoca frecuentemente un reduccionismo brutal en la argumentación y en la divulgación de noticias claramente no analizadas y sin fundamento (desde cualquiera de los frentes políticos que se trate).
Este entorno simplista, reduccionista y de confrontación, no se limita al proceso electoral y tiende a afectar otras áreas de las decisiones de las personas, lo que provoca frecuentemente un reduccionismo también en el análisis y decisión de otros temas relevantes para las familias, como son los financieros.
Nuestra obligación y responsabilidad es estar atentos a aquellos procesos que sí podemos controlar, de decisión individual y familiar relacionados con las finanzas, así como a procurar realizar análisis adecuadamente informados y que reconozcan la complejidad de los problemas que, en lo personal, en lo familiar y por supuesto como país, enfrentamos, para asegurarnos el mejor futuro posible.
Sólo la información corroborada y debidamente analizada produce decisiones favorables para el futuro.
El autor es politólogo, mercadólogo, especialista en economía conductual, profesor de la Facultad de Economía de la UNAM, columnista en El Economista y Director General de Mexicana de Becas, Fondo de Ahorro Educativo. [email protected] – síguelo en Twitter @martinezsolares