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Es recurrente el uso de los dispositivos de choques eléctricos en prisiones estadounidenses
18:00 miércoles 6 diciembre, 2017
MundoOhio, Estados Unidos.- Al menos 104 personas murieron a consecuencia del uso de dispositivos de choques eléctricos en prisiones de Estados Unidos desde el año 2000, lo que representa poco más del 10 por ciento de los mil decesos registrados, de acuerdo con un reportaje de la agencia Reuters. Algunas de las muertes bajo custodia se consideraron de origen multifactorial, o sin causa definida, mientras que otras se atribuyeron a problemas de salud preexistentes. Los dispositivos, conocidos como "tasers" son considerados como causantes de dolor o factores determinantes en más de una cuarta parte de 84 muertes de presos, de acuerdo a los informes de necropsias a los que tuvo acceso la agencia. De los 104 decesos de internos, solo se pudo comprobar que dos estaban armados, y un tercero que estaba esposado cuando fue aturdido, señala el reportaje. En más de dos tercios de los 70 casos de los que Reuters pudo reunir todos los detalles, el recluso se encontraba inmovilizado cuando fue sometido con los dispositivos por agentes. Las muertes reflejan un desafío fundamental en el uso de choques eléctricos en centros penitenciarios con las armas diseñadas para someter a sujetos sospechosos, violentos o amenazantes en las calles; tienen menos usos legítimos al interior de las prisiones, donde los internos generalmente están confinados en una celda, regularmente limitados y desarmados. Los fabricantes de los dispositivos paralizantes aseguran que son una herramienta efectiva en los ambientes carcelarios, así como para los guardias de las prisiones, quienes normalmente no usan armas de fuego y tienen pocas opciones del uso de la fuerza para controlar a los reos. "(Los dispositivos pueden) hacer que los entornos correccionales sean significativamente más seguros para todos", señaló Steve Tuttle, vicepresidente de comunicaciones de la empresa Axon Enterprise, anteriormente Taser International. "(La compañía escucha) los comentarios consistentes sobre que nuestros productos tienen un impacto significativo en la reducción de la cantidad de incidentes violentos y la cantidad de lesiones en las instituciones correccionales", agregó.
De acuerdo con el directivo, la empresa advierte sobre los riesgos asociados con el uso de los dispositivos, aunque depende de los administradores de los centros penitenciarios adoptar y aplicar las políticas que garanticen que las armas se manejen adecuadamente. En los casos en que los "tasers" son mal empleados en las prisiones, el dinero de los contribuyentes funge un papel fundamental, ya que 68 por ciento de las 104 casos identificados por Reuters condujeron a demandas por homicidio culposo contra el condado o municipio responsable. Los familiares de los internos fallecidos han lograron una indemnización en el 93 por ciento de los casos, una tasa significativamente alta en comparación con las demandas por muertes fuera de las cárceles. El potencial uso de los dispositivos en prisioneros ha aumentado, ya que desde 1980 la población carcelaria estadounidense aumentó de 500 mil a 2.2 millones en un sistema de confinamiento escalonado, desde cárceles federales y estatales altamente protegidas, hasta delincuentes condenados en cárceles locales a menudo superpobladas. -- REFORMA