Gabriela Ortiz Rodríguez, responsable del Departamento de Procesos Cognitivos Intermedios del Centro Educativo País de las Maravillas, adscrito a la Facultad de Psicología de la UASLP, dio a conocer que se ha detectado en la población infantil un incremento considerable en ansiedad.

Mencionó que, en tiempos de pandemia, recibir tanta información les está dificultando gestionar, y al no conseguir este objetivo se va incrementando la intensidad de la ansiedad, afectando en el desempeño académico, la convivencia familiar y la relación con los amigos.

La especialista del Centro Educativo "País de las Maravillas", consideró importante desmitificar la ansiedad. Y explicó: "En sí la ansiedad no es mala por si sola, la ansiedad es una emoción normal y que todas las personas hemos sentido y experimentado, es una reacción que se presenta como una respuesta ante una situación nueva, sorpresiva o que representa una amenaza".

Añadió que tiene una función adaptativa, que ayuda a enfrentarnos a diversas situaciones, esperando que sea bien gestionada.

Sobre cómo identificar un cuadro de ansiedad, Ortiz Rodríguez dijo que los padres de familia deben estar alertas a los cambios en sus hijos, sobre todo cuando presenten sintomatología típica de la ansiedad: dolores de cabeza, náusea o vomito, dolor de estómago, taquicardia, o sudoración en las manos.

Señaló que hay situaciones que se pueden somatizar de otra forma y mencionó algunas de las principales alertas a las que los padres deben estar al pendiente: cambios en su comportamiento, alteraciones en el sueño o en la alimentación e incluso menor tolerancia a la frustración.

Recomendó solicitar ayuda de un experto en psicología, a partir de los 4 años de edad, y enfatizó que generalmente cuando es terapia por manejo y control de ansiedad se trabaja con los padres de familia debido a las cuestiones que deben modificarse a nivel sistémico.