Tras la cumbre de la OTAN en julio del año pasado, la brecha entre Estados Unidos y la Unión Europea se abrió. Ahora, el conflicto parece inevitable. La Conferencia de Seguridad en Múnich, que reunió a los líderes mundiales desde el viernes, finalizó ayer con el peligro de que las políticas del Presidente Donald Trump puedan deshacer definitivamente una alianza transatlántica que se ha ido fortaleciendo durante las últimas siete décadas. Un alto funcionario alemán, que pidió mantenerse en el anonimato, afirmó que ya nadie cree que el Mandatario estadounidense se preocupe por los intereses o puntos de vista de sus aliados. "Dos años de Trump, y una mayoría de franceses y alemanes ahora confían en Rusia y China más que en Estados Unidos", agregó el analista Karl Kaiser. El peligro más inmediato, advirtieron diplomáticos y funcionarios de inteligencia, es que las fisuras transatlánticas sean explotadas por estas dos potencias. Sergey Lavrov, Ministro de Relaciones Exteriores del Kremlin, pareció observar con alegría estas tensiones. "Vemos la formación de nuevas grietas y la profundización de las grietas antiguas", dijo Lavrov. Una mayoría de los europeos no cree que las políticas de Trump vayan a cambiar, después de que el republicano señalara a sus aliados tradicionales como rivales económicos y confirmara su rechazo al multilateralismo y la cooperación internacional. La tensión en las relaciones se acrecentó tras el discurso de la Canciller alemana, Angela Merkel, quien criticó la decisión de Estados Unidos de replegar los soldados en Siria y la suspensión del Tratado de las Fuerzas Nucleares de Alcance Intermedio con Rusia. Asimismo, el pacto nuclear de Irán es otro de los puntos disonantes en la relación. Mientras que el Gobierno estadounidense se retiró del pacto nuclear de 2015, tres países europeos buscaron preservar el acuerdo con un sistema de comercio tipo trueque para que puedan continuar haciendo negocios sin hacerse acreedoras a sanciones estadounidenses. En este contexto de enfriamiento de las relaciones, el republicano pidió a sus aliados europeos que se hagan cargo de los ciudadanos de sus respectivos países que lucharon con el Estado Islámico (ISIS, por sus siglas en inglés) y fueron apresados por las fuerzas apoyadas por Estados Unidos en Siria e Irak. "Estados Unidos pide a Reino Unido, Francia, Alemania y otros aliados europeos que recobren a los más de 800 combatientes del Estado Islámico que hemos capturado en Siria y los juzguen. El califato está a punto de caer. La alternativa no es buena pues nos veremos forzados a liberarlos", escribió en Twitter. --

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