Vínculo copiado
Estamos a mitad de año, han pasado las elecciones, se aprobó recientemente la nueva ley de desarrollo urbano, inician las estrategias para implementar las propuestas de las nuevas autoridades y la ciudad continúa creciendo.
00:04 viernes 20 julio, 2018
VIRALESEstamos a mitad de año, han pasado las elecciones, se aprobó recientemente la nueva ley de desarrollo urbano, inician las estrategias para implementar las propuestas de las nuevas autoridades y la ciudad continúa creciendo. A inicio de año, comentamos que precisamente 2018 era un año de oportunidad para el desarrollo urbano, ya que existían tres eventos que podrían modificar el derrotero para la ciudad: la elección de autoridades, la aprobación de una nueva ley y del plan de centro de población. A mitad de año, tenemos certeza de las autoridades en el congreso, en la presidencia municipal y en la presidencia de la república, sus propuestas y visión de la ciudad. Esta semana se aprobó una nueva ley de desarrollo urbano que da un nuevo marco para normar el crecimiento urbano, sin embargo, aún está pendiente el plan de centro de población. Las propuestas de el presidente electo destacan en dos direcciones, una descentralización institucional, que eventualmente acercaría la SCT a San Luis Potosí y una estrategia que busca mejorar los espacios públicos, la infraestructura y los derechos en la ciudad. La nueva ley estatal incorpora otros instrumentos y valores que anteriormente no se contemplaban, al menos estas dos iniciativas obligan hacer nuevos planes y tal vez a replantear el tan esperado plan de centro de población. Ahora en la segunda mitad del año habrá que trabajar en la articulación de las propuestas, en el diseño institucional y financiero que requerimos para asociar las diversas iniciativas hacia una sola intención: mejorar la movilidad y disminuir las inundaciones en nuestra ciudad; para ello nos podría ayudar definir un plan de acción. Un Plan de acción permitirá articular la implementación de las acciones de las diferentes autoridades, sincronizar los recursos y elevar la eficacia del gasto público, y tal vez en el mediano plazo elevar la productividad y calidad de vida de las personas.