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Desde la redacción
18:41 martes 5 agosto, 2025
DESDE LA REDACCIÓN SLPEste sábado el presidente de la República, Enrique Peña Nieto, pronunció un mensaje a la nación como parte de su quinto informe de gobierno, al que llega con una aprobación por los suelos, aunque ligeramente recuperado, en comparación con los meses precedentes. Como era de esperarse se concentró en las cifras amables, pero de los problemas que se han acentuado en el país nada se dijo. Durante su Quinto Informe de Gobierno, el jefe del Ejecutivo destacó el compromiso de más de 120 empresas nacionales y extranjeras con inversiones superiores a los 80 mil millones de dólares que detonarán la creación de empleos en los próximos años, gracias a la Reforma Energética; el crecimiento de más de 3 millones de empleos en lo que va del sexenio y el incremento del 11.5% en términos reales de salario mínimo entre 2012 y 2017. Respecto a la renegociación del Tratado de Libre Comercio de América Latina (TLCAN), el mandatario señaló que, México como parte de América del Norte, busca sumar esfuerzos para que el "bloque económico sea cada vez más dinámico, próspero y competitivo". También señaló que la seguridad es la más alta prioridad del Gobierno en medio de la violencia creciente y destacó la disminución de la incidencia de delitos del fuero común por cada 100 mil habitantes. Mencionó también que, con el nuevo modelo educativo se han realizado más de un millón de evaluaciones en todas las entidades y se estableció un mecanismo para redituar a los maestros con base en sus méritos. De lo que el presidente no habló es de una serie de datos estadísticos que contradicen claramente su discurso de jauja. La realidad no es fragmentaria, no se puede hablar de lo bueno, sin mencionar los retos, las oportunidades, los problemas. Su administración ha tenido aciertos, aunque “casi no se cuenten”, como la misma presidencia dice en sus campañas publicitarias, pero hablar solo de lo positivo es emitir un discurso “fuera de la realidad”, como afirmaron empresarios entrevistados por GlobalMedia. En su sexenio la gasolina se ha disparado en precio, a pesar de que la Reforma Energética prometió combustibles más baratos, la inflación alcanzó su nivel más alto en muchos años el pasado mes de julio, el poder adquisitivo se pulverizó aún más, el TLCAN pende de un hilo y sería una catástrofe para miles de personas que viven del sector manufacturero. Las grandes reformas siguen inacabadas. Y la inseguridad no da tregua. En San Luis, por ejemplo, una entidad tradicionalmente considerada tranquila, entre enero y julio de este año, se ha visto un incremento delictivo del 62.4 por ciento, el cual es superior al de muchas entidades consideradas como “conflictivas”. Pese a ello, la Policía Federal no ha reforzado la seguridad para la entidad, al considerar que en San Luis Potosí todavía se puede “estar tranquilo”. La corrupción rampante es el otro problema que no se combate. La credibilidad de la clase política es nula y ese será el mayor reto de los partidos políticos rumbo al 2018. El próximo presidente encontrará un país estancado en materia económica, con reformas a medias e inseguridad creciente. ¡No la va a tener fácil!