La orden de detención de Francisco Javier García Cabeza de Vaca, gobernador de Tamaulipas en funciones, vuelca el capitulo judicial del México contemporáneo. El que se detenga un político no seria novedoso, a menos que sea un gobernador en funciones y a menos que sea de la oposición al partido en el poder federal. Que se le señale por delincuencia organizada y lavado dinero, pasa a segundo término, pudiera ser por una multa de transito de antier o la falta de pago de la pensión alimenticia en temas familiares. Es el mensaje claro y contundente, el sistema político mexicano funciona. Si se creía que el viejo régimen se había llevado este dispositivo en la maleta del recuerdo, el discurso de “no somos iguales” cambia de tino y tono cuando la Fiscalía General de Republica y la autoridad judicial van tras la cabeza de Cabeza. Es el mensaje claro y contundente, el sistema político mexicano va primero y si es necesario que se escuche el golpe en la mesa, se escuchara. La polémica entre el poder ejecutivo y sus aliados en las cámaras -independientes por naturaleza- contra la oposición y el poder judicial sobre el fuero o desafuero que tuviera el gobernador fue motivo para avivar el fuego que hoy se enciende con mas fuerza cuando se tiene en paredón a un gobernador. “La lucha contra la corrupción” será pues el mensaje desde la mañanera y desde donde se tenga que dar. No habrá espacio para aquellos que sean señalados como miembros de la “mafia del poder” o los que han hecho de “la corrupción su forma de vida”.

Si “No robar, no mentir y no traicionar” es la bandera presidencial y del sistema que controla asi será. Sera entonces que puedan darse mas ordenes como esta…

Sera entonces que hay mas en la mira…

¿Qué será, será?

Hasta mañana…