De los diputados federales que logran las posiciones plurinominales, premios o concesiones, quedaron los siguientes: La priista Frinne Azuara y el panista Xavier Azuara. Ambos repiten, tanto plurinominal como respaldo por su labor legislativo. El primero, por no desprenderse de la vergüenza enfermiza inmediatista de cada 3 años vivir del erario sin recato alguno y lo segundo -de la mano con lo primero- nada que destacar. Nada. Punto. Por el verde Sonia Mendoza, quien la logra por el arreglo que hizo con la dirigencia local y nacional del partido del tucán, al unirse a la campaña de Ricardo Gallardo. Al no obtener la candidatura a la gubernatura por el blanquiazul. Sabe y verá por lo suyo y poco por su bancada. Al tiempo. Y por Morena llega la maestra Martha Barajas. Interesante su arribo, pues en la cámara local representaba a Nueva Alianza y en este proceso apareció en la lista pluri de la 4T. No es de dudar entonces que o ella negoció su futuro o Nueva Alianza -en su mayoría- apoyó los intereses nacionales morenistas, cualquiera, y de ahí su recompensa. Cerrando esta entrega el que sin duda es el único representante potosino con respeto, trayectoria y sapiencia legislativa: Juan Ramiro Robledo Ruiz. Su curriculum lo avala: diputado local, federal, senador, secretario de gobierno y de la Universidad, sub secretario de gobernación y candidato a la gubernatura. Logra este que pudiera ser su último peldaño político, como recompensa por haber “aguantado” la designación de Mónica Rangel a la gubernatura -él también buscaba la bandera morenista para San Luis-, disciplinado y sabio político como es, lograra enfilarse en las mesas de la sucesión de 2024 de Morena. Con estos nombres llega San Luis Potosí a San Lázaro. Que la vergüenza en algunos no dure tanto, pero que tampoco pase de los 3 años. Y que la labor de otros nos enorgullezca.

Así sea. Hasta el lunes