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La autoridad y su flexibilidad. El orden y el desorden
23:57 martes 9 febrero, 2021
DESDE LA REDACCIÓN SLPEl domingo la fluencia y control del tianguis de “Las vías” dio un giro distinto. ¡Vaya!.
Los puestos y la gente fueron menores. Nadie niega que la economía debe mantenerse viva, con sus limitantes y asegunes, y que debe haber un control de la afluencia social también. Si el primer hombre de la nación no pone el ejemplo con la negativa rotunda del uso del cubrebocas, que seamos los ciudadanos los que lo hagamos junto a la gran lista de recomendaciones para evitar los contagios. Ahora bien, la autoridad juega un papel vital en la permisibilidad de las actividades económicas, mas cuando estas tienen una desorganización histórica. Es increíble que las actividades irregulares, como los puestos ambulantes y tianguis colocados en toda la mancha urbana, partiendo desde el punto cero como lo es la Plaza de Armas, vil desorden, tengan un “semáforo verde” propio que nadie ni nada controla. Contrario a lo que desde el mes de marzo del año pasado cientos, miles de establecimientos -pequeños, medianos y grandes- están sufriendo al cumplir con las reglas impuestas de horarios, filtros, medidas, protocolos, cierres, etc. Cumplimiento que se hace, previo cantico de consecuencias que después son mas difíciles de revocar, mientras que los irregulares, basta con el movimiento de lugar y seguir con su actividad. El llamado es pues para las autoridades municipales y sanitarias. La mano dura o flexibilidad debe ser, como por años se ha dicho, tanto para el establecido como para el irregular. El centro histórico es ejemplo de ello. El desorden de todos los días. Hasta mañana…