Para grabarlo y verlo a ver una y otra vez, así fue el partidazo que regalaron el Manchester City y Manchester United en la Premier League, en el que el equipo de José Mourinho remontó una desventaja de dos goles para imponerse 2-3 en casa de Pep Guardiola. Los Citizens aspiraban a coronarse en casa frente al máximo rival y en el primer tiempo arrasaron. Anotaron en par de oportunidades gracias a un cabezazo Vincent Kompany en córner y a Ilkay Gündogan con una recepción dirigida de genio, pero quedaron cortos para reflejar el dominio mostrado, que bien pudo haber sido para otras dos dianas. Cuando todo parecía estar encaminado para descorchar el champagne en el Etihad Stadium, los Red Devils se encargaron de arruinar la fiesta en un minuto por cortesía de Paul Pogba. El francés se hizo presente en el marcador al 53’ y 54’ para enmudecer la casa rival. Si el panorama con el 2-2 era de pesadumbre, llegó la puntilla por medio de Chris Smalling en un balón parado que dictó que Manchester United se quedara con el orgullo de la ciudad y, aunque el título de la Premier League quedará eventualmente en manos del City, al menos José Mourinho evitó que Pep Guardiola lo festejara en su cara. A señalara también la actuación del silbante Martin Atkinson, quien no señaló dos penales clarísimos a favor de los Sky Blues, ambos cometidos por Ashley Young; el primero por una mano para desviar la trayectoria del balón y el segundo por una barrida artera sobre Sergio Agüero, ya con el marcador favorable al United.

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Mediotiempo