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¿Se imagina volver a rojo?, de hecho, no tendría por que imaginarlo, apenas a principios del año lo estuvimos y sabemos que las consecuencias económicas serían ser muy serias
00:07 jueves 10 junio, 2021
ECONOMÍA PARA TODOSCon lo que ha sucedido en las últimas semanas como consecuencia de las campañas electorales -que por cierto han finalizado-, también han terminado en gran medida las manifestaciones y aglomeraciones en torno a los actos de cada partido, donde en más de una ocasión pudimos ver con zozobra, la ausencia de las medidas de seguridad e higiene que durante el último año nos han estado recomendando -y que nos ha costado mucho- para contener el virus del COVID-19. ¿Se imagina volver a rojo?, de hecho, no tendría por que imaginarlo, apenas a principios del año lo estuvimos y sabemos que las consecuencias económicas serían ser muy serias, se las platico en tres puntos. El primero, aquellos negocios de servicios principalmente hoteles y restaurantes, tendrían que cerrar nuevamente, cuando apenas empezaban a ver la luz, no en el crecimiento del negocio, si no en la permanencia del mismo, han reiniciado contrataciones pensando en el futuro cercano, podría ser una calamidad que enterrara las esperanzas futuras. Segundo. La industria de la construcción, actividad que ha sido vapulada en mayor medida por la contingencia de salud, aun no ve cerca su salida de la crisis, a penas vislumbra un poco de luz en un túnel muy largo, y la cuestión es simple, si una parte de la población no tienen ingresos para poder adquirir una vivienda, simplemente no solo no puede arriesgarse a construir mas si no que además el costo de mantenimiento de las casas ya construidas va a empezar a pasar factura. Tercero. La industria financiera, si bien los bancos y las compañías financieras en general viven de la colocación de créditos y aun cuando la tasa de interés de referencia se mantiene en rangos mínimos, si los empresarios y la población en general no tienen una percepción clara de los que sigue en la economía, se opta por no adquirir bienes a través del crédito, dejando en un dilema al sistema financiero nacional. En fin, esperemos que en 15 días no nos estemos lamentando por los recientes excesos electorales en el país y que nos veamos en la necesidad de cambiar de color en el semáforo epidemiológico, ahora que vemos tan cerca la salida a una larga crisis; por cierto, la tercera ola del COVID no llegó… o aún no llega.