En la capital potosina existen diversas fuentes de contaminación que merman la salud y calidad de vida de sus habitantes, concentrándose en tres zonas en específico aseguró el investigador de la Facultad de Medicina de la Universidad Autónoma de San Luis Potosí, Fernando Díaz Barriga. El especialista detallo que la zona más problemática se ubica en el norte de la ciudad en donde se presenta una alta concentración de contaminantes producto del humo que despiden las ladrilleras. La que calificó como la segunda ubicación más afectada son todas las colonias y asentamientos que se encuentran cercanos a la zona industrial y que reciben las emisiones de las fábricas, a lo que se suma la alta concentración de flúor en el agua. El tercer lugar, pero no menos riesgoso son las colonias y comunidades que se encuentran en Peñasco y Milpillas, esto derivado al relleno sanitario. De igual manera indicó que ante este panorama es necesario que se implementen programas de monitoreos de la calidad del agua y el aire en la ciudad, con el objetivo de que se puedan diseñar las políticas adecuadas para mejorar la salud de la población. Y, es que, de acuerdo al especialista, las principales afectaciones a consecuencia de estos contaminantes son enfermedades de pulmón derivado de las inhalaciones y daños en el desarrollo intelectual en el caso de los niños por el consumo de agua con exceso de flúor. “Hemos hecho estudios que demuestran que la diferencia es hasta de diez puntos en el desarrollo intelectual entre niños que consumen agua embotellada y niños que consumen agua con flúor” dijo. Finalmente enfatizó en que en la actualidad hay alarma por los más de dos millones de muertos a nivel mundial a consecuencia del Covid-19, sin embargo, señala que hay estudios que demuestran que anualmente mueren 9 millones de personas a consecuencia de la contaminación.