Los casos de personas a quienes el celular les ha explotado no son pocos, es bien sabido que varias marcas de smartphones han tenido que retirar su producto del mercado luego de que estos hayan tenido fallas. Aunque en estas situaciones se culpa al fabricante, lo cierto es que hay factores en que nosotros, como consumidores y dueños, jugamos un papel importante para evitar que esto suceda.  Cualquier celular puede explotar, pues todos trabajan con una batería recargable. En la actualidad, las baterías que más se utilizan son las de iones de litio -un material inflamable-.  Golpear la batería fuertemente puede provocar un corto circuito, eventualmente, esto hará que estalle. Así que una caída puede terminar en accidente inflamable.  Otro factor que causa cortos circuitos son los ciclos de carga inconsistentes, pues facilitan la formación de dendritas, filamentos que pueden extenderse a lo largo de la pila y dañar su composición.  Las baterías se vuelven inestables luego de superar los 50 grados centígrados; alcanzarlos no es difícil. En este aspecto influye la manera en que se usa el celular, pues no se le puede exigir más de lo que da. Si el teléfono comienza a calentarse y funcionar con lentitud, lo recomendable es dejarlo descasar.  Las baterías genéricas son otro factor que incrementa el riesgo de que el celular explote, éstas podrían tener defectos de fábrica o no ser compatibles con el equipo. De igual forma, usar cargadores que no son originales es poco recomendable, ya que el voltaje y amperaje de cada pila es diferente y algunas veces los cargadores genéricos no son compatibles con éstos.  Por ello, y para prevenir accidentes, se recomienda estar seguro de usar los accesorios diseñados especialmente para el equipo que posee; así mismo, respetar sus ciclos de carga y no maltratarlo.  -- El Universal