El bombardeo realizado contra Siria por una coalición militar liderada por Estados Unidos, bajo el mando de Donald Trump, preocupó al mundo por la posibilidad de que Rusia se involucrara para defender al país atacado.  Si Rusia iniciara un ataque, podría derivarse en una guerra que enfrentaría a las grandes potencias del mundo. Esto pondría en peligro a las selecciones mundiales que en menos de dos meses estarán ya instaladas en territorio ruso.  Por ello, algunos sectores han llegado a pensar que el Mundial de Rusia 2018 corre peligro, no solo por ser el país sede uno de los posibles involucrados en el conflicto, sino además porque se estaría relativamente cerca del área principal de conflicto.  Sin embargo, hasta ahora, la FIFA no se ha pronunciado respecto a esta posibilidad e incluso realiza esta semana el primer congreso con los árbitros que impartirán justicia en el evento que se jugará del 14 de junio al 15 de julio.  Por ahora, el máximo evento del fútbol mundial sigue su curso y, sin duda, de estallar una guerra mundial el deporte sería la última preocupación.  -- Soy 502