Hace unas semanas el país se conmocionó ante el descubrimiento de una pareja presuntamente responsable de más de 30 feminicidios en Ecatepec, Estado de México, inmediatamente varios medios nacionales le llamaron “el monstruo de Ecatepec” y dieron detalles que sin duda, abonaban al morbo y a la revictimización para las mujeres asesinadas teniendo su muestra más terrible en la “filtración” de un video donde el presunto feminicida, relata los hechos.
El tema es que el centrarse en este personaje, también lleva a invisibilizar una problemática mucho más profunda y que ha sido señala por las diversas asociaciones y colectivos de mujeres: el verdadero monstruo es la impunidad y la simulación en la que se ha sumido el Estado mexicano por más de 25 años.
No olvidemos que desde 1993, allá en Ciudad Juárez la sociedad civil comenzó a visibilizar aquello que los gobiernos insistían y siguen insistiendo en callar: a las mujeres nos matan por el hecho de ser mujeres y por más que se ha hecho por minimizar el horror que vivimos en este país, la realidad nos ha rebasado. Al día de hoy, casi la mitad del país cuenta con declaratoria de Alerta de Violencia de Género y aunque cabe señalar que es un mecanismo único en el mundo, pareciera ser que no es eficiente y no por la naturaleza del mismo, sino por las omisiones y errores en su implementación.
Esto fue señalado por las promoventes y grupos de seguimiento de la sociedad civil de las Alertas de Violencia de Género, quienes, desde Agosto del 2016, a iniciativa del Consejo Social del Instituto Nacional de las Mujeres, se llamó a hacer un análisis de los procesos y procedimientos de las diversas solicitudes y declaratorias de AVG en todo el país. Los resultados fueron sistematizados al término de la segunda reunión realizada en Agosto del 2017, cuando, con acompañamiento de la Mtra. Leticia Bonifaz, la ahora Senadora Malú Micher quienes junto a la Mtra. Evangelina García Price se llegó a la conclusión de que las acciones emprendidas por los gobiernos de los estados con declaratorias de alerta de violencia de género no estaban arrojando los resultados deseados. Estas conclusiones no son nada lejanas a lo señalado por el informe presentado el pasado día 19 de octubre por EUROSOCIAL en el cual destaca entre otras cosas, que las medidas que dicta la CONAVIM, son medidas abstractas y generales, no se ataca de raíz la violencia estructural, no se toma en cuenta las capacidades y limitaciones institucionales, no se tienen indicadores y existe la gran confusión entre lo que es un indicador y una fuente de verificación así como no hay criterios homologados y no se tiene claro que el procedimiento es en sí un mecanismo de protección de los derechos humanos de las mujeres.
Dejemos de alimentar monstruos mediáticos y empecemos a exigir cuentas al funcionariado omiso que alimenta el monstruo de la impunidad.
