Iniciar un negocio propio no solo debe ser una necesidad cuando por alguna razón no se logra conseguir un empleo, sino también una oportunidad, teniendo en cuenta las diferentes ventajas del mercado, y las actitudes y aptitudes personales para llevarlo acabo. Ser un emprendedor y poner un negocio o proyecto propio, requiere, además de entusiasmo, trabajo y dedicación, conocimientos especializados del negocio al que se pretende llegar. Sin dejar de lado las múltiples responsabilidades que ello conlleva. Los emprendedores regularmente se enfrentan a una realidad distinta a la que ellos inicialmente esperan, pues al ir creciendo el negocio también aumentan las responsabilidades. Principalmente cuando se comienzan a percibir ingresos, pretenden contratar personal, o los clientes solicitan factura, entre otros supuestos; los emprendedores se ven en la necesidad de acudir a un especialista que los asesore. Sin embargo, lo ideal sería que previo al emprendimiento, se tengan analizadas todas estas circunstancias a las que se encuentran sujetos por la ley mexicana; toda vez que el incumplimiento de ciertas obligaciones fiscales derivaría en multas y sanciones más severas. Sin perder de vista el significativo atraso operativo del propio emprendimiento. A grandes rasgos, un emprendedor debe tener claro los siguientes rubros fiscales para el correcto funcionamiento de su negocio:

Estar inscrito en el Registro Federal de Contribuyentes (RFC).

Contar con e.firma (FIEL) vigente, así como sellos digitales.

El régimen fiscal que más le convenga. Existiendo el Régimen de Incorporación Fiscal y el Régimen de Actividad Empresarial y Profesional.

El domicilio fiscal de su negocio o proyecto.

Saber que cuando percibes ingresos, regularmente se deben pagar impuestos, tales como: Impuesto Sobre la Renta (ISR), Impuesto al Valor Agregado (IVA), y en su caso, Impuesto Especial Sobre Producción y Servicios (IEPS). 

Que el impuesto a pagar dependerá de la utilidad generada en el periodo.

Que la tasa impositiva para ISR, dependerá de la base gravable (utilidad), conforme a la tabla y artículo que le corresponda.

Que existen diversas tasas para el caso de IVA, generalmente 16%, 0%, exento y no objeto de IVA.

En el caso de ser sujeto obligado a IEPS, aplicar la tasa que corresponde conforme a la Ley del Impuesto Especial Sobre Producción y Servicios.

Que existe la obligación de emitir facturas electrónicas por los ingresos que perciba, aún cuando sean al público en general.

En su caso, dar de alta los establecimientos, sucursales o locales comerciales.

En su caso, llevar contabilidad conforme a las Normas de Información Financiera y la legislación mexicana.

Presentar sus declaraciones en materia de IVA, ISR, informativos y anuales conforme a los plazos que establece la ley.

En el caso de tener trabajadores, cumplir con las obligaciones en materia laboral, así como realizar el entero de las retenciones de ISR por sueldos y salarios. Además de cumplir con las obligaciones en materia de seguridad social, pagar las cuotas obrero-patronales y el impuesto local sobre nóminas.

Entre otros rubros particulares en relación con el negocio y/o proyecto.

Los anteriores rubros resultan esenciales para el buen funcionamiento de un negocio, por lo que el emprendedor debe tener en claro por parte del asesor fiscal, todas aquellas dudas que puedan repercutir financiera, legal u operativamente. Además de que el asesor fiscal será un ente importante en el desarrollo y operación del emprendimiento.

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