Un nuevo ciclo escolar comenzó. Sin embargo, éste, como el anterior, será diferente luego de que el contexto acelerara la adopción de nuevos modelos de aprendizaje, como el remoto o el híbrido. Luego de que estudiantes, profesores, así como padres y tutores probaran estos esquemas y encontraran en ellos beneficios que quizá antes no habían experimentado, en el futuro cercano impulsarán a que se mantengan e incluso, a que se prefieran al formato físico tradicional. A ello apuntan estudios recientes, como el Informe sobre el Futuro de la Educación 2021 de AT&T. La encuesta, realizada en Estados Unidos, evidenció que el 94% de los maestros está abierto a mantener un esquema mixto de enseñanza, con las herramientas, recursos y apoyo necesarios, mientras que el 71% apoya tener clases virtuales cuando se presenten condiciones adversas. En el mismo sentido, 78% se dice a favor de realizar mentorías virtuales y 60% está abierto a que sus clases se transmitan en tiempo real (livestream) para los estudiantes que, por alguna razón, deban o quieran permanecer en casa. Del lado de los padres y tutores, 83% apoya tener clases virtuales cuando se presenten condiciones adversas, mientras el 84% se dice a favor de tener mentorías virtuales, y 85% desea mantener la posibilidad de acceder a clases remotas en caso de que sus hijos deban permanecer en su hogar. En México, investigaciones de organizaciones como la Asociación Mexicana de Internet MX y el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), apuntan a una percepción similar. El Estudio de Educación en Línea 2021 encontró que ahora que lo probaron, los estudiantes se dicen más interesados en continuar con sus estudios en las modalidades en línea o híbrida, ya que ofrecen beneficios como flexibilidad de horarios, costos más bajos y una mayor concentración. Un dato relevante en nuestro país es que, de acuerdo con el mismo reporte, uno de los más grandes retos para que los alumnos continúen con sus estudios es la falta de recursos. Sin embargo, destaca que el gasto promedio actual de hacerlo en línea es de 3,800 pesos mensuales, lo que lo convierte en el formato más económico, mientras en físico es de 4,700 pesos mensuales y para el híbrido de 4,900 pesos mensuales. Aunado a esto, los mexicanos consideran que hoy los profesores están capacitados (38%) o muy capacitados (28%) para dar clases en línea. “En el futuro hay un panorama totalmente diferente al que veíamos previo a la pandemia, pues hay mayor interés por estudiar bajo los modelos mixto o 100% en línea”, dice la Asociación Mexicana de Internet MX. Adicionalmente, el INEGI da a conocer en su Encuesta para la Medición del Impacto covid-19 en la Educación que el 56.4% de los hogares considera que el principal beneficio de las clases a distancia es no poner en riesgo la salud de los alumnos, seguido de una mayor convivencia familiar con un 22.3% y el ahorro en gastos diversos, como pasajes y materiales escolares, con 19.4%.