La cancelación de ruido es una de esas invenciones que, una vez lo pruebas, ya no vuelves a soportar usar unos auriculares que no cuenten con ello. Sirve para eliminar o bloquear los ruidos externos que nos impiden escuchar con calidad lo que están reproduciendo los auriculares. Existen dos tipos de cancelación de ruido: la cancelación pasiva y la cancelación activa. La pasiva es muy sencilla, funciona igual que cuando nos tapamos los oídos. Se trata de crear una barrera física que bloquee la entrada de ruido en nuestro oído, como si crearamos una cueva protectora del exterior. Para ello, los fabricantes juegan con los materiales de los auriculares. Los más potentes por supuesto son los circumaurales de diadema, aunque también sirven las gomas de los in-ear. Los auriculares con la cancelación activa son capaces de escuchar el ruido exterior y hacerle frente, mientras nosotros escuchamos tranquilamente música sin percatarnos de nada. Los auriculares con esta tecnología cuentan con unos micrófonos que registran el sonido de fuera, el ruido, para después proceder a anularlo. ¿Cómo? con una técnica que se llama interferencia destructiva. Este invento sirvió primero para la industria de la aviación donde los pilotos no oían bien las indicaciones que se les daba desde la torre de control por el ruido de los motores. Con el tiempo se fue perfeccionando y abaratando hasta que ha llegado al consumo a gran escala. En el mercado cada vez existen más modelos con estos dos tipos de cancelación de ruido y los precios son muy variados. Los Sony WH-1000XM3B de diadema, fueron los primeros en llegar al mercado con esta cualidad.  --

Con información de Dinero en Imagen

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