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06:21 miércoles 31 enero, 2018
ColaboradoresEditorial EL UNIVERSAL / Mucha fuerza, mejores resultados Hace más de medio siglo los destinos turísticos de México comenzaron a adquirir fama internacional. En ese entonces Acapulco fue punta de lanza y centro de reunión de importantes figuras tanto del mundo social como de personajes de Hollywood. Con los años surgieron Cancún, Los Cabos, Ixtapa, Huatulco y la Riviera Maya, los cuales son referencia a nivel global. Para el país, el turismo se ha convertido en la tercera fuente de ingresos de divisas y en un sector que genera unos 10 millones de empleos. México es el octavo país que más turistas recibe y la riqueza que produce representa 8.7% del producto interno bruto. Es una actividad dinámica y pujante. ¿Qué pasaría si los centros turísticos replican a la perfección o de forma magnificada el problema más grave de México que es la violencia y la inseguridad? La consecuencia sería el retiro de visitantes, lo que representaría un duro golpe a la economía nacional y a los bolsillos de miles de familias. Hasta ahora los hechos violentos han sido esporádicos en Los Cabos y Cancún, dos de los sitios con mayor recepción de visitantes extranjeros, pero el sector turístico de Acapulco ya conoce bien el efecto que tiene la violencia. El puerto ha tenido que sortear temporadas de ausencia de visitantes por situaciones de inseguridad. Con el fin de propiciar mayores condiciones de tranquilidad entre la población, ayer se anunció el despliegue de 5 mil efectivos federales —“en principio”— en Los Cabos, Cancún y Manzanillo, además de Colima, Tecomán y Ciudad Juárez. La presencia de elementos de seguridad y sus recorridos por los principales sitios públicos ofrecerán un sentimiento de confianza a visitantes y pobladores de los destinos turísticos, pero difícilmente resolverán el problema de fondo. Diversas ciudades y entidades bajo el asedio de grupos criminales han sido escenario de operativos federales con los resultados conocidos: contención momentánea del problema, pero no soluciones de largo plazo. La solución integral pasa por muchos escritorios. Desde la autoridad local para dotar de recursos y capacitación a sus cuerpos de seguridad, y para desarrollar estrategias que modifiquen estructuras sociales carcomidas por la ilegalidad, hasta por la aplicación plena de la justicia con el objetivo de que cada delito sea castigado y no reine la impunidad. Proteger la actividad turística debe ser prioridad, pero más que demostración de fuerza hace falta ir más allá para alentar un cambio de raíz. Esperemos que este sea solo un primer paso.
Frentes Políticos I. Apuntada. Alejandra Barrales construyó su anhelo. Ayer se registró como candidata de Movimiento Ciudadano a la Jefatura de Gobierno. Frente a Dante Delgado resaltó el esfuerzo de distintas fuerzas políticas para consolidar el Frente que busca un gobierno de coalición. “Hemos tenido la capacidad de entender que los problemas que hoy vive México no son ideológicos”, aseveró Barrales. “Hubo mucho esfuerzo y trabajo para consolidar este frente. Con convicción, hoy logramos hacerlo realidad. Hay frente. Hay coalición. Hay precandidata”, apuntó. Lo que no recordó es que lo que ya no hay son militantes perredistas. Todos buscan un cambio, ya no que beneficie al país, sino a ellos mismos. La nota del día: nadie se agarró a sillazos con nadie... y eso es un gran avance de la izquierda mexicana. II. Reacción positiva. Donald Trump dio su primer discurso sobre el estado de la Unión y afirmó que su país avanza con una misión clara, volver a ser grande. Presentó los pilares de su iniciativa migratoria, como regularizar a 1.8 millones de inmigrantes, la construcción del muro y otras medidas para reforzar el control de las fronteras; acabar con la lotería de visados y pugnar por la reunificación familiar. Junto con los avances, esta semana, en la renegociación del TLCAN, el discurso de Trump y la reunión de la Reserva Federal, la economía mexicana reaccionó favorablemente de inmediato: el peso ganó tres centavos. La fortaleza económica, en el momento oportuno. III. Aplicado. Ricardo Anaya, precandidato de Por México al Frente, demuestra que no es un improvisado. Desde hace meses se concentró en el trabajo al interior de su partido para, después, afianzar una alianza que lo metió a la contienda presidencial. Ahora está en la etapa de posicionar a toda velocidad su nombre en la opinión pública a nivel nacional, y lo hace con todas las herramientas que conoce, inclusive soportando críticas y capitalizándolas para ganar adeptos. El discurso anticorrupción es de sus armas más poderosas. Joven, político y audaz, Anaya logra lo que se propone. Y se ha vuelto un peligro… para sus rivales. IV. Regañados. Columnistas y medios de comunicación están cansados de exigir a los legisladores un avance sustancial en las leyes que tienen pendientes. Pero tuvo que ser el sector empresarial el que ayer les conminara a desatorar los nombramientos del Sistema Anticorrupción para que reaccionaran. Los diputados coincidieron en que México requiere completar las bases y nombramientos del Sistema Nacional Anticorrupción, pero entre ellos se echan la culpa de la falta de acuerdos. Para nombrar al auditor superior de la Federación, Morena afirma que no ha salido porque los perfiles son afines a la mafia del poder; mientras que el PRD acusa al PRI de atorar el nombramiento y el PRI le echa la culpa al PAN de tambalear la terna integrada por Arturo Orcí, David Colmenares y Ángel Trinidad. Esto del fiscal carnal ya se volvió un nudo imposible. Cómo apresurarlos, ¿alguien tiene la fórmula? V. Un solo camino. El gobierno de la República será garante para que las elecciones de este año se den en paz y tranquilidad, mientras que el INE es el árbitro que tendrá la delicada encomienda de que los comicios se realicen como lo dicta la ley. El secretario de Gobernación, Alfonso Navarrete, dijo ante senadores priistas y ecologistas, con respecto a la jornada cívico-política, que la democracia es un asunto de votos y la justicia es un asunto de pruebas, por lo que no se debe permitir que alguien busque crear un escenario de confusiones. Serán las elecciones más competidas en la historia de México y su futuro, pero siempre en defensa de la democracia, el derecho y la soberanía.